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Los humanos tenemos aproximadamente 37,000,000,000,000 (37 trillones) de células en nuestro cuerpo según las más recientes teorías. En el mundo conocido como el cuerpo humano, hoy también, estas células continúan trabajando sin descanso. Las células rojas llevan oxígeno, las células blancas pelean en contra de las bacterias… allí cada uno vive su propio drama.
También conocida como Glóbulo Rojo, ella es novata, y con bastante facilidad puede perderse, conoció al neutrófilo cuando se perdió camino a los pulmones. Se encarga de llevar oxígeno y también transportar Co2 y nutrientes.
Su razón de vivir (literalmente) es el de acabar con gérmenes y bacterias e impedir que estas hagan daño al organismo. Precisamente se ha vuelto amigo de la eritrocito al salvarla más de una vez, es persistente y nunca abandona su labor. Al ser neutrófilo tiene como capacidad el poder traspasar las paredes de lo vasos sanguíneos, aumentando su rapidez en respuesta a presencia de antígenos.
Son leucocitos que tienen diferentes tipos, y por lo tanto cada uno tiene diferentes labores:
Su función es la producción de anticuerpos, de ellos depende la inmunidad del organismo.
Su principal función es fagocitar cuerpos extraños en el organismo, también puede fagocitar eritrocitos desgastados.
Son pequeños fragmentos de células sanguíneas. Su función es formar coágulos de sangre que ayuden a sanar las heridas y a prevenir el sangrado.